«Al golf se juega hasta cuando hace sol». El dicho popular inglés se escucha mucho entre los jugadores de golf. Lo importante es practicar. Pero en Santander en la década de los ochenta eso no era posible. Los aficionados a este deporte tenían que acudir a Pedreña o a otros campos para poder mejorar su swing. Todo eso estaba a punto de cambia

Este contenido es exclusivo para suscriptores
¡ÚLTIMO DÍA! Oferta 4º aniversario. Paga solo 1€ y disfruta 2 meses de toda la información local a tu servicio
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión