Al final se ha producido el escenario que anticiparon Euskadi y Madrid cuando decidieron reservarse la mitad de sus vacunas para evitar que un eventual corte de suministro impidiera inyectar la segunda dosis a quienes ya hubieran recibido la primera. Pfizer/BioNTech, el consorcio sobre el que descansa el grueso del suministro de profilaxis contra la covid en la Unión Europea, anunció ayer que a partir de la próxima semana se retrasará el suministro de viales a los Veintisiete.
El Ministerio de Sanidad, crítico desde el primer momento con la estrategia vasca y madrileña, reaccionó de inmediato a la decisión de las farmacéuticas. Esta se traduce en que España recibirá «el 56% de las dosis previstas (un 67% si se tienen en cuenta seis dosis por vial)», según señala el documento enviado por el departamento que dirige Salvador Illa a las consejerías de Sanidad.
Ante esta rebaja de dosis, el ministerio primará a aquellas comunidades o ciudades autónomas que estén más adelantadas en la vacunación, según adelantó anoche la Ser, además de responder a los criterios equitativos establecidos anteriormente. Así se pretende garantizar que todas las comunidades puedan administrar la segunda dosis 21 días después de la primera. Es decir, lo mismo que buscaba la reserva estratégica de Osakidetza.
El ministerio considera que este descenso en el envío solo se producirá el próximo lunes y que se compensará en semanas posteriores. De hecho, Pfizer/BioNTech recalcaron que esta demora se debe a los reajustes que hay que realizar para incrementar la capacidad de producción, que pasará de 1.300 a 2.000 millones de dosis, lo que permitirá un aumento notable en las dosis repartidas a finales de febrero y marzo.