Quien tenga memoria se lo puede pasar bien los próximos años. Un ejemplo: antes de marcharse a Mar-a-Lago (donde tampoco le quieren) Trump levanta las restricciones a los vuelos internacionales. Eso era «xenofobia», pero ahora ya no porque lo quiere Biden, y Trump está «cediendo ante las aerolíneas comerciales».
También criticaron su blindaje de Washington en 2017, y ahora no ven nada fascista en 25.000 militares comiéndose las croquetas del chef José Andrés. Los demócratas y sus amigos «rinos» siguen ahí un método conocido... ¡invadir la capital como si fuera Irak!
Todo es poco ante las «milicias trumpianas». En las imágenes del Hombre Bisonte recorriendo el Capitolio como la casa de «Gran Hermano», los analistas ven un golpe de Estado.