Policías locales pertenecientes a León capital así como de militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) dentro del V batallón del acuartelamiento de San Andrés del Rabanedo han quedado fuera de servicio durante los últimos días como consecuencia de los efectos derivados por la vacunación con dosis de AstraZeneca contra la covid-19.
Así lo han confirmado diferentes fuentes de ambos cuerpos quienes han asegurado que policías y militares presentaron episodios de fiebre por encima de los 38º y sus ausencias por enfermedad se extendieron durante periodos de 24 y 48 horas desde seis horas después de la vacunación.
En el caso de los agentes de la Policía Local de León la vacunación tuvo lugar el pasado lunes y martes y en ambas jornadas se produjeron bajas de efectivos al presentar una reacción febril. Segun el Ayuntamiento el número de ausencias al servicio podría cifrarse entre 15 y 20, un número que desde el propio cuerpo policial se eleva de forma notable.
Anulación de servicios y patrullas
Los efectos de la vacuna en los agentes propiciaron que las unidades no pudieran cubrir los servicios previstos en esas jornadas, así como en la del miércoles, dándose la circunstancia de que algunos días solo patrulló de madrugada una única unidad.
En similar situación se vieron los militares de la UME quienes, tras recibir la vacuna, comenzaron a vivir procesos febriles que les llevaron a solicitar la baja de forma temporal igualmente en periodos de 24 y 48 horas, 72 en los de mayor virulencia. En este caso las ausencias superaron la treintena en los diferentes días.
Los especialistas aseguran que se trata de procesos «previstos» en este tipo de vacuna que se aplica solo a personas menores de 55 años, efectivos de los cuerpos de seguridad y personal sanitario de segunda línea.
No indicada para mayores de 55 años
La vacuna de AstraZeneca solo está indicada para personas menores de 55 años debido a que no existen suficientes evidencias sobre su eficacia en estos grupos de edad. Además, es la única de las tres cuyos efectos secundarios son más evidentes tras el primer pinchazo, lo que puede desconcertar a aquellos que se dispongan a recibirla.
Sin embargo ha superado todos los controles sanitarios y ha demostrado ser eficaz para combatir la infección del SARS-CoV-2, el virus causante de la enfermedad del coronavirus, por lo que las autoridades sanitarias europeas insisten en que es segura.
Todos los medicamentos pueden ocasionar ciertas reacciones adversas en el organismo. Las vacunas, al igual que cualquier otro medicamento, también pueden generar ciertas molestias, pero ninguna suele ser grave y las personas que las sufren normalmente se recuperan en menos de 48 horas.
La norma: 1 de cada 10 sufre los efectos
En total, una de cada 10 personas que reciba alguna de las dosis de AstraZeneca sufrirá sensibilidad, dolor, enrojecimiento, calor o picazón en el lugar en el que se ha inyectado la vacuna, algo muy común en este tipo de medicamentos inyectables.
os pacientes que reciben la vacuna AstraZeneca pueden dar muestras de malestar general y cansancio, como si tuviera síntomas de gripe, con sensación de fiebre, dolor de cabeza, náuseas y dolores articulares o musculares, sintomatología prevista por la propia farmacéutica.
Menos frecuente es presentar hinchazón en la zona en la que se ha recibido el pinchazo de la vacuna, presentar fiebre alta, de más de 38ºC y vómitos y diarreas, según diferentes informes médicos.