Durante la primera oleada de la pandemia, la sanidad regional sorteó el colapso. En la segunda, también, aunque con un coste en muertos e ingresos mucho mayor. Pero en esta tercera ola, el desbordamiento de los hospitales es ya un hecho. Tanto es así que empezamos a ver imágenes que en otras comunidades fueron habituales durante los momentos más críticos. La Arrixaca ha instalado 25 camas en los antiguos despachos de Recursos Humanos, junto al vestíbulo del pabellón general. Mientras, en el Reina Sofía ha comenzado a llenarse el gimnasio de Fisioterapia, convertido en una unidad de preingreso provisional, con una decena de camas para pacientes de patologías diferentes a la Covid.
En los próximos días deberán ir habilitándose nuevos espacios, salvo que la avalancha de pacientes se frene. De momento, no es así; el ritmo de ingresos es infernal. El número de pacientes hospitalizados por Covid ascendía ayer a 970 (70 más que el miércoles) y todo indica que hoy mismo se superarán los mil.
En las UCI hay 130 pacientes de Covid, lo que supone una ocupación del 106% con respecto a la capacidad estructural. Pero, además, hay casi otro centenar de enfermos críticos de otras patologías. En total, 225 pacientes según fuentes del SMS, cuando estas unidades no disponen de más de 122 camas. Ante este colapso, las UCI han tenido que ir ocupando los servicios de Reanimación y las camas de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA). Es el caso del Reina Sofía, donde ayer había 21 pacientes de UCI con coronavirus, lo que supone un 150% de ocupación. Pero la situación en el resto del hospital también es preocupante, con cuatro plantas Covid ya llenas –137 enfermos en total– y una quinta que ayer por la tarde se preparaba a marchas forzadas. «La situación es crítica; tenemos a pacientes con ventilación no invasiva en planta, y por ahora se puede atender a todos. Pero en cualquier momento, si no se frenan los ingresos, podemos empezar a no poder dar cobertura a todos», alerta Enrique Bernal, coordinador médico del equipo Covid del Reina Sofía.
«En cualquier momento nos podemos encontrar sin posibilidad de dar cobertura a todos los pacientes», advierte Enrique Bernal
Falta personal
Lo que más preocupa al SMS es el déficit de personal. Las camas se pueden instalar en gimnasios o en consultas externas, como planea La Arrixaca, y hay una reserva de 800 respiradores. Pero sin enfermeros suficientes, «la calidad de la asistencia se verá afectada», admiten fuentes del SMS. La bolsa de trabajo se ha quedado a cero, mientras los equipos de neumólogos, internistas y especialistas en Infecciosas se han reforzado con médicos de casi todas las especialidades. En algunos hospitales se está empezando a reclutar a cirujanos.
El Rafael Méndez vuelve a estar colapsado, mientras en el hospital de Yecla, con 37 pacientes de Covid en planta, ya no cabe nadie más, por lo que los ingresos se derivan a Cieza.