Hace una semana, justo el día en el que muchos tenistas emprendieron sus viajes hacia Australia, el pasado 14 de enero, trascendió que el campeón de Grand Slams y ex número uno del mundo, Andy Murray, había dado positivo por COVID y no podría tomar alguno de los vuelos fletados por Tennis Australia para participar en la gira que se celebrará en Melbourne desde el 31 de diciembre. Murray iba a ser una de las estrellas de los torneos ATP 500 previos al primer Grand Slam de la temporada y ahora su participación está en el aire.
Aunque Judy, la famosa madre del escocés, cree que su hijo podrá estar a menos en el major aussie, que comienza el 8 de febrero. "Está haciendo las cosas bien", dijo la entrenadora en un informativo de la BBC. “Creo que sale hoy (se refería al miércoles) para poder reanudar un poco los entrenamientos. Y luego, por supuesto, es cuestión de esperar y ver si puede volar a Australia y participar. Nadie sabe todavía la respuesta", añadió.
Por fechas, la participación de Murray en el Open de Australia aún sería posible si acredita un test negativo en coronavirus y vuela a Melbourne con tiempo suficiente para cumplir los 14 días de cuarentena obligatoria, siempre que no pongan inconvenientes tanto la organización como las autoridades locales. El límite para el británico sería el 25 de enero, aunque si retrasan su debut en primera ronda podría llegar al país oceánico incluso el día 28.