Una morgue de toros y vacas se hunde en la nieve: más de cien cadáveres negros, colorados, berrendos, botineros... La borrasca Filomena ha provocado un desastre mayúsculo en la ganadería del Uno, famosa por su galáctica parada de cabestros en San Fermín, desde «Messi» a «Ronaldo». Precisamente, entre los tres bueyes fenecidos por el temporal, apareció un hermano de este último: «Corredor» se llamaba, uno de los más rebeldes y populares en los encierros. Pero la auténtica hecatombe se ha vivido entre las reses bravas: «Han muerto congelados más de cien animales», dice el ganadero José María López.
«Hemos llegado a estar a 22 grados bajo cero. El problema no es la nieve, el problema son las heladas. La