Todo comenzó, quizá, cuando el joven Verdi se encontró con el libreto de una ópera titulada Nabucodonosor. Al leer las palabras del coro de esclavos judíos, «Va’ pensiero sull ali dorate», sintió que su imaginación se encendía. Nabucco, tercera ópera de Verdi, se convirtió en su primer gran éxito. Se ha dicho que esta es la primera ópera en que Verdi es realmente Verdi. Su coro de esclavos sigue siendo, quizá, el pasaje más famoso de su autor. Ya en el momento de su estreno en 1842 creó un verdadero revuelo, ya que el público lo identificó al instante con la situación del pueblo italiano oprimido por los poderes extranjeros. Desde entonces, a menudo recibe tales aplausos