
Eugenio Beihl, cónsul de la República Federal de Alemania en San Sebastián, llamó a su esposa a las diez de la noche del 1 de diciembre de 1970 para decirle que en esos momentos salía del consulado y volvía a casa. Apenas media hora después llegó en su coche a su domicilio, en la zona residencial de Miramar, y se dispuso a guardar como cada día el automóvil en el garage, pero no pudo llegar a hacerlo. Pocos minutos después volvía a salir y se alejaba de su residencia conduciendo su Mercedes negro, pero acompañado por varias personas. Otro vehículo de color rojo les seguía. Comenzaba así hace 50 años el primer secuestro de la banda terrorista ETA.