Que el aumento en la venta de armas esté directamente relacionada con la ayuda humanitaria no debería ser una sorpresa, la pobreza o las migraciones son los efectos de conflictos bélicos que a su vez necesitan insumos: según los datos de marzo de 2020 del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el negocio de las 25 mayores firmas militares ha aumentado un 8,5% en un año y una de las organizaciones que ayuda con sus efectos es UNICEF, especialmente desde Copenhague.
En el puerto de la capital y la ciudad más poblada de Dinamarca se encuentra el mayor almacén humanitario del mundo: un complejo de 25.000 metros cuadrados –el equivalente a tres campos de fútbol–