«Es que no lo entiendo». El arquitecto municipal, Jesús López, mostraba ayer su desconcierto tras su participación en el Foro de Expertos Recuperación y Transformación Urbana, enmarcado dentro del proyecto participativo Conexión Sur. El evento, organizado conjuntamente por el Colegio Oficial de Arquitectos de la Región (Coamu) y el Ayuntamiento de Murcia, reunió ayer a responsables e impulsores de algunos de los casos de éxito de regeneración urbana más importantes del país. «No hay proyectos extrapolables, pero si hay criterios extrapolables», señalaba el propio López durante su intervención en una cita que buscaba aportar ideas para la profunda remodelación que sufrirá la zona sur de la ciudad tras la consumación del soterramiento de las vías del tren.
Así lo ven
Areso: «La idea es pasar de zonas problema a zonas ocasión»Sin embargo, la mesa de debate final entre todos los participantes, moderada por el jefe de Edición de LA VERDAD, Víctor Rodríguez, trajo a colación nuevamente las críticas formuladas por el grupo de trabajo del Coamu que ha estudiado la propuesta inicial planteada por el Consistorio y que fueron publicadas el pasado domingo en este diario. Su conclusión: no elimina barreras –generadas por nuevas rotondas y carriles para el tráfico– y faltan elementos de cohesión entre los barrios del norte y del sur. Estas consideraciones llegaron esta vez de boca de prestigiosos arquitectos nacionales, que se disculparon, no obstante, antes de su intervención por la falta de un conocimiento más profundo del caso murciano.
«Echo de menos una visión más ambiciosa: ¿El nuevo espacio que habilitamos es para los ciudadanos? ¿Dónde se prevé tráfico restringido?», se planteaba Francisco Burgos, responsable de Madrid Río, al observar «dibujos de viarios». «Hay que combatir al coche y quitarle espacio siempre, con alternativas de movilidad; el problema no es de tráfico, es de regeneración urbana», apostillaba Ibon Areso, impulsor de Ría 2000 Bilbao, mientras que José María Ezquiaga, involucrado en el Proyecto Madrid Centro, pedía prestar importancia a lo que quedará en los bordes del trazado y generar elementos de atracción en estas zonas. «¿Qué queremos unir con un gran jardín lineal?», añadió. Más tajante se mostró Enrique Bardají, que encabeza el proyecto para urbanizar en los terrenos que ocupaban la antigua fábrica de Mahou y el estadio Vicente Calderón. «Se debería plantear la modificación del plan especial del barrio del Carmen», concluyó.
El arquitecto municipal defiende que los accesos proyectados para la estación van de norte a sur, curando la cicatriz de la vía
Ante estas consideraciones, López defendió que no se están entendiendo los planteamientos del Ayuntamiento o no se están logrando transmitir. En primer lugar, negó que se vaya a habilitar ninguna carretera o vial importante sobre la losa del soterramiento, que estará marcada por la peatonalidad y por el uso de arbolado. Es posible que se introduzca algún carril, pero de servicio y con limitaciones de velocidad. Tampoco es descartable un acceso restringido a vecinos o el sentido único.
Sí defendió que se están barajando posibilidades para facilitar los accesos a dos nuevas infraestructuras –la terminal del AVE y una nueva estación de autobuses– que utilizarán ciudadanos de toda la Región. Para ello se habilitarán dos entradas desde rotondas en Ronda Sur, aprovechando las avenidas Miguel Ángel Blanco y General Ortín, esta última de uso prioritario para el transporte público y con carriles exclusivos. «No mantenemos ninguna cicatriz de este a oeste, ya que los accesos serán transversales y controlados», concluyó. No obstante, para el Consistorio esto no son críticas, sino «aportaciones» dentro de un proceso que continúa para lograr «la mejor solución posible».