Después de cuatro largos años, Joe Biden ha sucedido este 20 de enero a Donald Trump como el presidente número 46 de Estados Unidos.
En la ceremonia de investidura más extraña que se recuerda por la pandemia y el temor a una revuelta violenta de los partidarios del presidente saliente Donald Trump, Biden ha insistido en que gobernará para toda la nación, no solo para sus partidarios.
Aunque a priori parezca mision imposible, ha prometido curar las heridas que han dejado la confrontación y el extremismo en la sociedad norteamericana. «Hoy la democracia ha prevalecido», ha sentenciado.
Mi alma está en esto. Unir a Estados Unidos, unir a nuestro pueblo, unir a nuestra nación. Les pido a todos los estadounidenses que se unan a mí en esta causa Escúchenme claramente. El desacuerdo no debe conducir a la desunión. Lo prometo. Seré presidente de todos los estadounidenses. Lucharé tanto por los que no me apoyaron como por los que lo hicieron Debemos poner fin a esta guerra incivil, que enfrenta al rojo contra el azul, o lo rural a lo urbano, lo conservador a lo liberal. Podemos hacer esto, si abrimos nuestras almas en lugar de endurecer nuestros corazones Tenemos que hacer frente a los supremacistas blancos, a los terroristas nacionales... Los tenemos que enfrentar y los venceremos Vamos a empezar a escucharnos, a mostrarnos respeto. La política no tiene que ser un infierno, destruyendo todo en su camino. Seremos un socio fuerte y fiable para la paz, el progreso y la prosperidad Ver los comentarios