Restricciones. El cierre de gimnasios, cines y teatros, unido a medidas anteriores, reduce la presencia en la calle
Ahora que la realidad de la pandemia nos devuelve a la pesadilla de marzo y abril, la diferencia con aquellos momentos es que entonces se decretó el confinamiento obligatorio de la población. Ahora no se ha llegado a adoptar esta medida, la más drástica de todas, pero en la práctica los ciudadanos tienen muy poco alicientes para salir de casa.