La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, se ha quedado esta tarde sin respuesta en la sesión de control al Gobierno en el Senado sobre la polémica que se ha generado al pedir ERC la revisión de la fiscalidad de Madrid como condición para apoyar el presupuesto del Gobierno de Sánchez.
Los populares introdujeron el debate en una pregunta a Calvo sobre «el cumplimiento de la Constitución por parte del Gobierno», que realizó la senadora Ana Camins, aunque inicialmente la iba a realizar Salomé Pradas. Camins, por su parte, había retirado una pregunta sobre si «entre las funciones de la vicepresidencia primera se incluye alguna materia de carácter fiscal».
En su primera respuesta, la vicepresidenta afirmó que «cumplimos con toda la Constitución, menos con el artículo 127», relativo a la renovación de los magistrados del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), «porque ustedes son necesarios, pero no ayudan».
Esta escueta respuesta le sirvió a la senadora del Grupo Popular para introducir el debate sobre Madrid y acusar al Ejecutivo de Sánchez e Iglesias, con la complicidad de Gabriel Rufián de «ponerse de acuerdo para cepillarse el modelo fiscal que ha sido un gran éxito» y de querer hundir a esta Comunidad «en su infierno presupuestario y freirnos a impuestos». Camins afirmó que «prefieren entregar a la Comunidad de Madrid atada de pies y manos, a ver si tumban a la señora Ayuso. Quieren frenar a la locomotora de España».
Calvo, que no se esperaba esta cuestión, se limitó a responder que «la ministra de Hacienda va a hablar cuando le corresponda» e insistió en que el Gobierno cumple con la Constitución «desde el principio», remontándose a Manuel Fraga, que «se puso de espalda» ante el título VIII de la Constitución« y acusando a los populares de colocarse «en la bronca continua».
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